El otro día, el viernes para ser más exactos, leí un arículo muy interesante sobre la versión original en España. Se titulaba así el artículo: "La versión original lanquidece". Bien, creo que no hace falta comentar de que iba el artículo en cuestión. Lo que me llamó la atención del mismo fue que habían tomado declaraciones a Enrique González Macho. Mucho se preguntarán, ¿quien es este Macho? Pues bien, ni más y menos que el distribuidor y exhibidor de Alta Films (unas 83 pantallas de cine en nuestro país), productor y propietario de los cines Renoir. Y otro dato de pequeña importancia, desde el 10 de abril de 2011 también es el presidente de la Ademia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, comunmente conocida como la Academia de Cine de España.
Y yo me pregunto, ¿que ha hecho este señor durante los 2 primeros meses de su mandato como presidente? Su elección fue un asunto de interés por la polémica que había suscitado su predecesor, Alex de la Iglesia. Sin embargo, desde las entrevistas tras su elección no ha aparecido nada sobre él ni la Academia en los medios. Comprendan que es mucha diferencia, tras 2 años con un presidente mediático, querido por el público, cercano y participativo, hemos pasado a otro presidente del que no se sabe nada. Los dos primeros meses como presidente de Alex de la Iglesia fueron aireados a bombo y platillo en los medios de comunicación, se lanzaban propuestas desde la Academia, había nuevas ideas, hacía declaraciones a la prensa, y le dio un Goya de Honor al Rey. De acuerdo que los dos últimos meses de su presidencia no fueron los más acertados, sin embargo, dejo un gran legado. Y ahora, dos meses después, todo el mundo se ha olvidado de la Academia.
Y yo me pregunto, ¿que ha hecho este señor durante los 2 primeros meses de su mandato como presidente? Su elección fue un asunto de interés por la polémica que había suscitado su predecesor, Alex de la Iglesia. Sin embargo, desde las entrevistas tras su elección no ha aparecido nada sobre él ni la Academia en los medios. Comprendan que es mucha diferencia, tras 2 años con un presidente mediático, querido por el público, cercano y participativo, hemos pasado a otro presidente del que no se sabe nada. Los dos primeros meses como presidente de Alex de la Iglesia fueron aireados a bombo y platillo en los medios de comunicación, se lanzaban propuestas desde la Academia, había nuevas ideas, hacía declaraciones a la prensa, y le dio un Goya de Honor al Rey. De acuerdo que los dos últimos meses de su presidencia no fueron los más acertados, sin embargo, dejo un gran legado. Y ahora, dos meses después, todo el mundo se ha olvidado de la Academia.
De todas formas, no vamos a aventurar nada, démosle un voto de confianza. Si está ahí, realmente es por qué quiere hacer algo bueno por el cine español. Y no le faltan credenciales. Esperemos un poco más. Puede que mañana nos sorprenda una declaración en el periódico sobre los próximos Goya, o sobre un nuevo ciclo, homenaje, o las simples y míticas declaraciones de que, a pesar de lo que digan los medios de comunicación, el cine español va bien y es bueno. Aunque sólo sea eso.
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